Sésamo negro

Sésamo negro

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El sésamo negro (Sesamum indicum) es una variedad de semillas de sésamo que se distingue por su color oscuro y su sabor más intenso en comparación con el sésamo blanco. Es muy apreciado en la cocina asiática, especialmente en la gastronomía china y japonesa, donde se utiliza en una gran variedad de platos.

Usos culinarios

El sésamo negro se emplea en sopas, ensaladas, aderezos, panes y postres, aportando un toque crujiente y un sabor ligeramente amargo. También se utiliza en la elaboración de aceite de sésamo negro y pasta de sésamo negro, ingredientes esenciales en la cocina oriental.

Propiedades destacadas

El sésamo negro es una excelente fuente de ácidos grasos insaturados, proteínas, fibra y minerales como calcio, hierro y magnesio. Contiene antioxidantes como la vitamina E y los lignanos, que tienen propiedades antiinflamatorias y ayudan a combatir el estrés oxidativo. En la medicina tradicional china, se ha utilizado como un tónico para fortalecer los riñones y el hígado, además de mejorar la circulación sanguínea.

Receta destacada

Panecillos de sésamo negro:
Ingredientes:

250 g de harina de trigo
15 g de semillas de sésamo negro
150 ml de agua tibia
10 g de levadura fresca de panadero
5 g de azúcar
5 g de sal
1 cucharada de aceite de oliva
Preparación:

En un bol grande, disuelve la levadura y el azúcar en el agua tibia. Deja reposar unos 5 minutos hasta que se forme una espuma.
Añade la harina, el sésamo negro, la sal y el aceite de oliva. Mezcla con una espátula o con las manos hasta que se forme una masa.
Pasa la masa a una superficie enharinada y amasa durante unos 10 minutos, o hasta que esté elástica y suave.
Forma una bola con la masa, colócala en un bol ligeramente aceitado, cúbrela con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.
Desgasifica la masa y divídela en 6-8 porciones. Forma panecillos y colócalos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Cubre y deja reposar 30 minutos más.
Precalienta el horno a 200°C. Hornea los panecillos durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados.

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