Té blanco

El té blanco es una de las variedades más exclusivas y delicadas dentro del mundo del té. Se elabora a partir de los brotes jóvenes y hojas tiernas de la planta Camellia sinensis, que se recolectan antes de que se abran por completo y se someten a un mínimo procesamiento. Este cuidadoso método de producción permite preservar su frescura y sus propiedades naturales, dando lugar a una infusión de sabor suave, ligeramente dulce y floral, con una textura sedosa y un aroma fresco.

A diferencia de otras variedades de té, el té blanco pasa por un proceso de oxidación mínimo, lo que le confiere un perfil más ligero y menos astringente. Su color en taza suele ser pálido y dorado, con una claridad que refleja su pureza. Es una opción ideal para quienes buscan una experiencia de té refinada y elegante, sin sabores demasiado intensos.

Propiedades:

• Contiene cafeína, aunque en menor cantidad que el té verde y el té negro, lo que lo convierte en una opción equilibrada para quienes buscan energía sin excesos.

• Rico en antioxidantes, como los polifenoles y catequinas, que ayudan a combatir el estrés oxidativo.

• Perfil ligero y refrescante, ideal para quienes buscan una infusión delicada y elegante.